domingo, 4 de septiembre de 2011

Algo más de 24 horas y una gran prueba

Sábado a las 21h, terraza de Morry, habíamos quedado con unos amigos para tomar unas cervezas y para después ir a picar algo.
De camino desde casa me iba preguntado si lo iba a poder conseguir, ni siquiera habían pasado 48 horas desde qué apagué mi último cigarrillo (de hecho todavía no las hace) y hace 25 años que no me había tomado una cerveza sin acompañarla con uno de éstos.
Llegamos, nos sentamos y pedimos, había gente en las mesas de al lado fumando, pero en ningún momento sentí la necesidad de fumarme un cigarro, la verdad es que creo que el "mono" físico existe, pero no es tan importante como el psicológico.
He de decir que de los amigos con los que estuvimos no fuma ninguno, así que realmente la tentación no llegó a aparecer hasta que al segundo pincho en la calle Laurel coincidimos con otros amigos, en este caso él sí que fuma, así que en ese momento pensé "ya está, se acabó, en dos minutos vuelvo a estar con un cigarrillo en la mano". Pero curiosamente no fue así. Nos comimos varios pinchos y después nos sentamos en una terraza de Bretón a tomarnos un café acompañado de una copa.
Me pasó lo mismo que en el Morry, él estaba sentado a mi lado y la verdad es que se fumó varios cigarrillos, pero en ningún momento lo eché de menos, ni me olía bien, ni pensé "una última calada".
Es por lo que pienso que el "mono" psicológico es mayor. Me lo he propuesto, simplemente creo que como comenté ayer había llegado mi momento de dejarlo.

1 comentario: